lunes, 11 de octubre de 2010

¿como estar contento conmigo mismo?

"Cómo estar contento conmigo mismo si soy tímido, y me cuesta hablar con la gente?"
Tal pudiera ser el argumento de todos los jóvenes. Incluso de los jóvenes cristianos.
La pubertad y la adolescencia es la edad de los cambios y de los mayores conflictos. El remanso de la niñez se rompe con la violencia de una cascada en los albores de la segunda década de vida.
El joven se siente extraño en su propio cuerpo. Los movimientos le resultan torpes, y las reacciones, inesperadas. Las emociones se desgranan; los sentimientos, desconciertan; los pensamientos vuelan lejos; la voluntad se abre en mil posibilidades que lo sumen, muchas veces, en la irresolución. Los padres, y aún él mismo, se exigen más; pero las responsabilidades entregadas no siempre van acordes con su capacidad de responder a ellas. Por lo tanto, hay fracasos.
También hay falta de discernimiento y propensión a ser engañado. Fácilmente pueden construir castillos en el aire, que fácilmente también caen.
¿Qué decir de la apariencia? No hay adolescente que se sienta conforme con ella. Cada nuevo rasgo que se perfila parece ser una deformación de sí mismo, y cuesta mucho disimularlo.
Pero entonces, ¿cómo puede el adolescente cristiano estar contento consigo mismo? ¿O es que tendrá que arrastrar el mismo sinsabor que los demás?
DIOS TE FORMÓ EN LAS ENTRAÑAS DE TU MADRE
David le dice al Señor: "Tú me hiciste en el vientre de mi madre ... estoy maravillado, y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado ... Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas" (Salmo 139:13-16). David pudo ver que nada de lo suyo era extraño a Dios; antes bien, todas las cosas que conformaban su ser habían sido diseñadas por Él.
David alcanzó el conocimiento que puede hacer sabios a los hombres: el saber que Dios lo amó desde el principio y lo creó tal como era. Si una persona se ve a sí misma unida desde antes de su nacimiento al Dios de amor, entonces desaparecen muchas de las incertezas de su vida.
¿Puedes ver a Dios creándote en el vientre de tu madre, siguiendo "el pauteo" que estaba escrito en su libro, para cada rasgo tuyo? ¿Puedes ver a Dios decidiendo cómo sería cada rincón de tu alma y de tu cuerpo?… Aún lo más pequeño, incluso aquello que suele ser para ti objeto de vergüenza. En cada facultad de tu ser se esconde un designio de Dios, una razón de ser, algo que tiene una explicación en Dios.
Seguramente no estás conforme con tus defectos. Pero ¿y si Dios los hubiese dejado en ti para mostrar por medio de ellos su gracia, su amor, su paciencia? Tal vez, si no los tuvieras, querrías ir por las pasarelas del mundo, exhibiendo la riqueza de tu personalidad y la perfección de tu cuerpo, como hacen muchos, para perdición de sus almas. Teniéndolos, te acercas al Señor para hallar plena satisfacción en Él. Recuerda que fuimos creados para no hallar satisfacción plena sino en Dios.
Todas las cosas que fueron formadas en ti estaban escritas en el libro de Dios. ¿Cómo podrías ahora rebelarte contra aquello que Él decidió, en su amor, antes de la fundación del mundo para ti?
Por otro lado, Dios quiere que tú ames y honres a tus padres. Hay lazos que te unen a tus padres --no sólo espirituales-- sino aun síquicos y biológicos, que te ayudarán a amarlos. Al ver en ti mismo cómo los rasgos de ellos se van desplegando día tras día, año tras año, tendrás más motivos para amarlos. Porque, si bien tú eres diferente a todos los demás que pisan este planeta, en muchos aspectos ¡eres casi una réplica de tus progenitores! Es ese un vínculo que nunca se podrá romper.
Dios te ama tal como eres (con defectos y virtudes) ¿cómo podría no amarte, si Él te hizo así?
Dios te ama pese a lo que eres (tal vez con más defectos que virtudes). Ninguno de tus defectos puede sorprender al Señor. Antes bien, Él mismo quiere que los veas para que reconozcas cuánta necesidad tienes de Él.
Si asumes de verdad que Dios te formó y te ama profundamente, y que espera formar en ti a su precioso Hijo, que es el Hombre perfecto (Romanos 8:29), entonces habrás encontrado las mejores razones para estar contento contigo mismo.

viernes, 8 de octubre de 2010

sabado 9 de octubre red de jovenes!

este sabado 9 hay red de jovenes y adolescentes a las 19:00 en el templo las heras 837 Concepción, no falten les esperamos!!

miércoles, 6 de octubre de 2010

bandas cristianas - Sonnus

  El inicio de esta banda se dió a finales 
de los 90’s, cuando los hermanos Jerry y Jehú Fuentes originarios de Cd. Acuña, Coahuila México, decidieron unir sus talentos para darle forma a esta agrupación. Componiendo canciones, cantando, y tocando el teclado y el bajo respectivamente, Sonnus comenzó a presentarse en conciertos pequeños y en campamentos juveniles. Tuvieron algunos músicos que los acompañaron en sus inicios, pero tiempo más tarde, después de una búsqueda desesperada, aparecieron Jose Luis Benson (Pepe) en la batería (de Mexicali, BC.), y Mattithyah Hernández en la guitarra eléctrica (de Tampico, Tamps), quien tuvo que dejar a la banda tiempo despues de terminar la grabación.
La visión de SONNUS se define a través de una plática que Jehú tuvo con Jerry expresándole la necesidad de hacer buena música que le dé identidad a las nuevas generaciones de adolescentes y jóvenes.
Su estilo es un rock pop muy melódico pero con mucha fuerza a la vez; con diferentes influencias del rock pop británico, americano y algo de reggae.
En cada una de las letras de Sonnus está plasmado y definido su objetivo:
“Estamos convencidos de que cada vez que las personas cantan estas canciones, sus emociones son sanadas, encuentran libertad, su actitud ante la vida se torna positiva y no vuelven a ser los mismos.” -expresa Jerry.
Las canciones no son mágicas; el mensaje es poderoso, y quienes lo cantan y lo viven son transformados. Lo hemos vivido en carne propia.

para mas informacion visita su sitio web en : http://www.sonnus.net

lunes, 4 de octubre de 2010

Libros - "El codigo del campeon" Dante Gebel

¿quiere leer un libro ?¿pero no sabes cual? ..Hoy te traemos algo nuevo ..algo diferente que te traeremos cada semana sigue visitando nuestro blog por que seguiremos presentandote libros , bandas cristianas ,pequeños devocionales como el anterior y mas sobre nosotros :D
______________________________________________________


Dante Gebel, mejor conocido como el “Pastor de los Jóvenes”, recopila en el libro “El código del Campeón”, historias fascinantes que desafían al lector a vivir una vida lejos de la mediocridad.El autor empieza el libro relatando su propia historia. Una historia que puede parecerse a la de cualquier niño de 12 o 15 años de edad, que es predispuesto por los amigos y hasta por la misma iglesia, a ser un fracasado en la sociedad. Pero que logra cambiar su ‘estrella’, y hoy en día es considerado uno de los evangelístas más influyentes de latinoamérica, logrando reunir hasta cien mil jóvenes en una noche de cruzadas.Y desde ya, es una obra que forma parte de la historia de todos aquellos que desean marcar significativamente este planeta.

domingo, 3 de octubre de 2010

¿sabes realmente quien eres y lo que eres para Dios?

Resulta significativo que los primeros astronautas, mientras eran preparados para sus vuelos a la luna, debieron dar veinte respuestas a la pregunta: "¿Quién es usted?"
Y es que el asunto de la identidad es un intrincado problema aun para los adultos. ¿Cuánto más no lo será entre los jóvenes? Desde que nos asomamos al mundo de los grandes hemos tratado de resolver este asunto. Y la primera cosa a la cual echamos mano es a buscar héroes a los cuales imitar.
Desconcertados ante la incógnita de nuestro propio yo, procuramos cubrirnos con trocitos arrancados de otras personalidades que nos resultan atractivas. Es como armar un puzzle con piezas de puzzles diferentes. Por supuesto, es bastante difícil que resulte de ello algo coherente. Es así cómo muchas personas, siendo aún mayores, nunca han logrado armar una personalidad real. Es como si viviesen con rasgos, ideas y propósitos prestados, y, a veces, incoherentes.
Amado joven creyente: ¿Quién eres tú, realmente?. Un hombre de Dios ha dicho: "Tú eres tres personas: Aquella que crees ser; aquella que otros piensan que eres; y aquella que Dios sabe que eres y que podrás ser por medio de Cristo".
LO QUE CREES SER
Lo más probable es que la imagen que tienes de ti mismo sea huidiza y cambiante. Ni tú mismo sabes qué y cómo eres. Y, además, no estás conforme con ella. Puede ser que en un momento estés relativamente conforme contigo, y luego, caes en el desánimo por largo tiempo.
El no estar conforme contigo mismo puede llevarte a momentos de gran depresión. Crees no estar a la altura de lo que esperan  de ti, sientes que no eres digno de ser amado, y de hecho crees que no lo eres.Vienen argumentos a tu corazón que dicen que todo cuanto hagas será inútil, que no habrá una nueva oportunidad para ti, que tu problema no tiene solución. Oh, ¿quién podrá ayudarte?
LO QUE OTROS PIENSAN QUE ERES
Muy pronto te das cuenta que hay una disociación entre lo que crees ser y lo que otros piensan que eres. Así, surge la necesidad de ajustar ambas imágenes, cediendo del ser al parecer ser, o bien, buscando imponer a los demás claramente lo que crees ser.
A veces la imagen que proyectas te sirve de escudo, cuando de verdad sabes que no eres ni tan fuerte, ni tan inteligente, ni tan noble. Pero a veces ocurre lo contrario, la imagen que proyectas va en desmedro de lo que crees ser realmente. Y entonces luchas por mostrar quién realmente eres o crees ser. Sientes, o bien, que eres conceptuado muy positivamente o, al revés, que eres objeto de una tremenda injusticia.
También te darás cuenta de que esa imagen que proyectas está grandemente determinada por tu cuerpo, a veces muy a tu pesar. Como que te dan ganas de que haber tenido otro cuerpo, más afín a como tú crees que eres. Y tratas de introducir en tu cuerpo las modificaciones (aunque sea disfrazándolo) necesarias para alcanzar tu objeto.
LO QUE DIOS SABE QUE ERES Y QUE PODRÁS SER POR MEDIO DE CRISTO
Ante Dios y para Dios eres realmente lo que eres. No caben aquí falsificaciones ni hipocresías, no hay imágenes impostadas. Nada aquí es aparente; todo es real.
¿Y qué eres para Dios? Como ya has sido alcanzado por la luz de Dios, sabes perfectamente quién eres, porque Dios te lo ha mostrado por su Palabra. Tú eres un pecador, ni mejor ni peor que todos los hombres. Eres hijo de Adán, y como tal, estás destinado a la condenación. No hay mérito en ti; eres un pecador perdido. ¿Quién podrá salvarte? Tú sabes que en ti no mora el bien, que todo tu ser está inclinado al pecado. ¡Oh, qué oscuro panorama, qué desoladora realidad!
Pero eso no es todo. Dios sabe que tú has recibido a Jesucristo en el corazón. Que, reconociendo tu irreparable pecaminosidad, te has acogido a la gracia de Dios en Cristo Jesús. Entonces, ahora, la justicia de Jesucristo viene a ser tuya por la fe. Y Dios ya no te ve en ti mismo, bajo condenación eterna, sino en la bendita posición de hijo de Dios, salvo para siempre.
Así que, en ti hay una doble realidad. Hay algo que todavía conservas de tu antigua estirpe: tu alma con inclinaciones al mal, y tu cuerpo de humillación, que muestra las flaquezas de la destitución anterior. Pero también llevas mucho de la nueva creación: Un nuevo corazón, un espíritu nuevo dentro de ti, y el mismo Espíritu de Dios, que habita en él. De manera que eres, por un lado, un vaso de barro, frágil; pero, por otro, eres un magnífico tesoro dentro de ese vaso.
Esto es lo que eres hoy para Dios. Sin embargo, hay algo más. Hay algo que tú puedes llegar a ser por medio de Cristo. ¿Qué es? Dios desea que tú llegues a ser en todo semejante al Señor Jesús. ¡Qué tremendo objetivo! Para lograrlo, Dios te trata como un Padre trata a sus hijos, es decir, amándote y sometiéndote a su disciplina, para que participes de su santidad.
En tanto, el Espíritu Santo hace un doble trabajo en ti. Por un lado, está restando cosas de ti y, por otro, está agregando la vida y el carácter de Cristo. ¿Cómo lo hace? Él dispone todas las circunstancias de tu vida para que, por medio de ellas -especialmente por medio de tus sufrimientos- este bendito carácter de Cristo se vaya plasmando en ti. De modo que, en algún tiempo más, seas más y más Cristo y menos Adán.
¿No es maravilloso? Lo que eres para Dios es ¡un pecador salvado y regenerado! Lo que puedes llegar a ser es ¡nada menos que semejante a Cristo! Después de conocer estas cosas, creo que nunca más caerás en el hoyo de la depresión, ni te verás jamás desamparado. Dios te ama, y te lo demuestra claramente cada día.